Un amanecer en Barcelona

El amanecer es una de esas cosas que nos dio Dios para ver cuando queramos, porque siempre esta ahí (menos en días muy nublados), el sol siempre sale, y esta ahí esperándonos a que vayamos a ver el espectáculo que nos muestra todos los días.

Hace unos 8 meses leí el libro The 5 Am Club por Robin Sharma y me inspiró a levantarme todos los días a esa hora, y así lo hice por varios meses entre semana. En esos meses me di cuenta de lo mucho que me gustaba levantarme temprano, de la diferencia que hacía en mi día, en mi manera de afrontar las cosas, en mi humor y en mi alegría; te ayuda a tener tiempo para reflexionar y valorar más las cosas; sin embargo cuando me vine a Barcelona el pararme a las 5 se complicó puesto que los horarios aquí son muy diferentes, pero no dejé de buscar levantarme temprano todos los días ya que esas horas para uno mismo se volvieron invaluables para mí.

Barcelona está en la playa, en el mar Mediterráneo en todo su esplendor; venir aquí me me hizo darme cuenta de lo mucho que me gusta la playa y el mar. El poderlo observar tranquilo, sereno. Y me dí cuenta que venir a ver amanecer a la playa era algo que valía la pena intentar.

Lo hice, y las primeras dos veces no hubo amanecer porque estaba todo nublado, pero la tercera y la cuarta (justo donde estoy escribiendo esto) me tocaron unos ameneceres preciosos, y es que el ver la majestuosidad con la que sale el sol en el horizonte, allá dentro del mar te mueve el corazón, te hace ver más claro todo, lo que en verdad importa. Te enseña que las maravillas más grandes no cuestan dinero, pero a veces cuestan una levantada más temprano de lo habitual.

Seguiré levantándome temprano, buscaré venir más seguido en estos meses que me quedan y seguiré buscando ser una persona muy agradecida, porque hoy tengo ojos para ver un amanecer, y es una de las cosas más bonitas del mundo.

Foto mía 😁