Me robaron mi patín eléctrico.

Me robaron mi patín.

Vaya. No pensé que estaría escribiendo estas líneas. Hace 20 minutos salí de una librería en la calle Balmes en el centro de Barcelona y mi patín, ese que me acompañó por dos meses aquí, ya no estaba. 

Ayer me comenzó a doler el tobillo después de entrenar, y hoy nos habían dado el día libre, así que decidí salir en la mañana antes del entreno de lesionados. 

Primero fui a Decathlon por mi tobillera y un par de cosas más, de ahí me fui a el café GOT y estuve leyendo unos treinta minutos. Después decidí venir a conocer la otra sucursal de La Central donde había un café y me podía sentar a editar, sin embargo quise irme por Carreer de Balmes porque no quería encontrarme a algún policía y que me regañase o multase por no traer casco, pero a mitad del camino me encontré la Librería Alibri, me llamó la atención (como cualquier librería) y entré. 

Me entretuve mucho, estuve exactamente treinta minutos viendo los libros que había en los dos pisos. Leí un poco de El Poder del Ahora y me llamó la atención. Ya lo leeré. En fin, solo compré un juego bien interesante para jugar con mi familia (ya estoy mejorando mi habilidad para entrar a librerías y no comprar libros) y al salir vi mi candado en el suelo, amarrado pero sin mi patín.

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Al principio no me la creía, fui y puse mi clave (el cumpleaños de Álvaro) para revisar que sí era el mío y efectivamente, esta abrió a la perfección. Al principió no podía entender como le hizo, pero poco después me di cuenta de mi error: al ser un candado largo, había suficiente espacio como para sacarlo por debajo y llevárselo. En este momento siento coraje, impotencia; es hora de aplicar un consejo que doy mucho: acepta. La situación es como es y mientras antes lo acepte mejor estaré.

En mi camino restante me di cuenta que me espantaba más el tener que contarle a todo Marcet que me robaron el patín, por vergüenza y que pensarán de mi que soy muy ingenuo que el hecho de que me lo habían robado, así que me di cuenta que no tenía nada que hacer más que seguir adelante, no pensar más en el asunto.

Me da coraje principalmente por las idas y venidas a Marcet, pero ahora que me quedan muchos menos días podré disfrutar más las caminatas para reflexionar y simplemente eso: caminar. También podré salir al centro de Barcelona solo a ‘perderme’ sin rencor de que no estaba usando el patín lo suficiente. Es una pena, pero lamentarme no me va a traer el patín de vuelta. Hoy aprendí que debes de dejar muy poco espacio entre el patín y el tubo, al menos sé que no me volverán a robar nada por esa razón.

Solo espero que quien lo tenga le dé un buen uso, y si lo venda pueda usar para bien el dinero. Fue increíble mientras duró, lo disfruté y usé mucho, pero como bien dicen las tradiciones antiguas: todo lo que tenemos es prestado, ahora está con nosotros, mañana no sabemos. En este momento ya no está, queda estar agradecido por lo vivido y el aprendizaje de que no debe volver a ocurrir.

@ La Central 2

12:19

ACTUALIZACIÓN:

Tenía garantía y pude recuperar el dinero. Con él me compré un patín más barato y guarde lo demás del dinero, esto fue escrito el 13 de Abril, día que me lo robaron.

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