Madrid a grabar podcasts.
De regreso a Londres
📍Barajas T1, Madrid.
Sábado 2 de Diciembre
17:25.
Esta es la cuarta vez que vengo a Madrid en este año (desde verano) y caray, me encanta esta ciudad. No me quiero acostumbrar, pero he vivido esto tanto en tan poco tiempo que el ir por unos huevos rotos ya no es tan especial; no puedo permitirlo. Estar en Madrid, en la mítica ciudad es un absoluto privilegio.
Como lo es viajar, venir y grabar. Gracias, gracias y gracias Señor. Este viaje fue diferente, intenso, más tranquilo al mismo tiempo. Llegué el miércoles, dejé mis cosas, fui a Troa, vi a Pablo Bustamante, grabé uno de los mejores inconformez con Nacho Vicens en el lugar más curioso que he pisado: su estudio. La belleza, la virtud, apuntar a lo más alto, la humildad, el arte, la rebelión. Temas que tocamos y que llegan a mi corazón. Ese es el mensaje que quiero compartir, una absoluta maravilla de episodio en el cual no participé casi nada ( y que bueno, aunque a mi ego le cueste). Después fui por una pizza en chanclas a las 12:30 am porque Miguel invitó a sus amigos a hacer un trabajo a medianoche. A mimir en el sofá (que al principio me parecía incómodo y hoy lo valoro muchísimo). Se me olvidaba!! Fui con María a una alabanza de su parroquia en Madrid: experiencia súper diferente pero un encuentro con el de mero arriba: me encanta.
Jueves empieza temprano: 9:30 am podcast con Juan Ángel Soto, emprendedor social, profesor con quien no tenía ninguna relación y acabé teniendo una breve pero extraordinaria conversación sobre la familia, la sociedad, el empezar por uno mismo. Todo empezó porque le pregunté sobre su bio de Twitter. Me fascinó. María, una niña que se convirtió en muy cercana después de un viaje a Roma de hace mes y medio me echó la mano a grabar. Después fuimos a desayunar a un mercado local (demasiado) y platicamos muy agusto. Después nos vamos a las afueras de Madrid a grabar otro episodio con una niña (tiene 33 años, ¿se le sigue llamando así?) que me habían presentado por WhatsApp y con quien acabé teniendo uno de los episodios más fuertes que he grabado. Cáncer de colon con un bebé de seis meses, su reconversión (que me sentí muy identificado) y más cosas. Es una persona que con solo escucharla te transmite una paz que sabes que no es humana, es LA paz. Esa paz. De ahí nos regresamos y María y yo partimos caminos.
Grabando con Juan Ángel Soto
Yo me fui a el depa de Miguel según yo a descansar 20 minutos: ni de pedo. Grabar podcasts cansa muchísimo mentalmente y me cayó todo el peso de la mañana grabando. Descanse tantito y empecé a ver Kung Fu Panda 3. Como me está encantando. Tremenda tarde, muy tranquilo y comiéndome dos meal preps de Miguel (solo me tocaba uno). Llegó Miguel, cotorreamos y después me fui a ver a Diego Campoy, mi amigo periodista que es una tremenda pistola. Diego es un amigo de verdad, lo quiero muchísimo. Lo admiro y tenemos muchas cosas en común. Un crack. Buen par de cervezas y de regreso. Fui por una más con Pedro Pablo, el roomie de Miguel y la verdad me sorprendió, gran tipo y buena conversación. Regresamos en medio de la lluvia, hicimos un pre y nos fuimos a un antro curioso. Bailamos agusto y nos regresamos (más o menos) temprano.
Viernes. Empezamos más tranquilos. Voy por dos pinchos de tortilla de desayuno y me sorpenden dos cosas: uno, lo barato de Madrid en comparación de Londres y dos, la cantidad por ración. Comí mucho por muy poco. De ahí al centro de la Obra mediodía a grabar con Don Alfred Sonnenfeld de quien ya he hablado en este blog. Tremenda conversación, tremendo ser humano. Me encanta su intensidad, me encanta que es médico neurobiólogo y sacerdote. Le encanta la ciencia y la fe. Me encanta. Leí su libro “el arte de la felicidad” y que locura. Después pasamos a comer y me contaron que don Alfred me definió como “muy entusiasta”. Me gusta, lo tomo. Me siento afortunadísimo de conocerle, de verdad es un crack.
De ahí lo mismo que el día anterior, cansancio. A casa de Miguel y a terminar la que se convirtió (si) en una de mis más grandes películas favoritas: Kung Fu Panda 3. Podría hablar mucho sobre ella y grabar episodios. De verdad es súper profunda. Habla sobre la amistad, la lealtad, el coraje, la compasión. Sumándole el humor excelente con el español mexicano, me encanta el personaje, me encanta que se toma a la ligera a él mismo pero con la seriedad que la situación merece. Me encanta todo. Me encantó en serio. Me encantó que no logro las cosas solo, que su familia y amigos lo ayudaron.
Una tortilla española de verdad
Esa es una reflexión que queda por hacer, pero me estoy dando cuenta que soy riquísimo en lo que más importa. Tengo una familia y unos amigos extraordinarios. Señor, no puedo más que agradecerte.
Después fui con Larita (mi mejor amigo de México quien está estudiando en Madrid la carrera) a misa a Medinaceli y por un agua (vaya). Platicamos y agusto. Después yo fui solo por unos huevos rotos, caminé por todo el mercado artesanal de Madrid mientras escuchaba mis rolas más escuchadas (puro banger) y regresé. Fui con Larita a una fiesta de su universidad hasta Leganés. Lo vi, cotorreamos y bailamos y listo. De regreso y a dormir.
Hoy, más tranquilo. Recogí y me fui a misa, tuve que cambiar dos veces de templo porque había bodas pero acabé en una Parroquia de Santiago. Me encantó la homilía en la que el sacerdote habló de no tener miedo y sobre la esperanza en Jesús. Después me fui a comer unos huevos rotos malos y baratos. Estoy leyendo “Cartas de un diablo a su sobrino” y que pedo el libro. Es súper informativo, me encanta porque te hace darte cuenta de muchos errores que cometes. Me veo muy identificado y carajo como aprendes. Después fui a la Casa del Libro donde compré Fausto de Goethe. Llevaba años queriéndolo. Lo empecé en una banca ahí en la calle y me vine al aeropuerto. Pasé por la capilla que hay aquí y donde hay una placa a San Josemaría.
Nada. No si, JAJAJA, todo. Gracias Señor. Gracias. Con alegría, con paz.