La constancia, la clave.

No soy ningún experto, ni ningún gurú, mucho menos un sabio. Pero con el tiempo, observadnos mis experiencias (por pocas que sean) y las de los demás, creo que una de los aspectos más importantes que hacen la diferencia entre las personas que logran lo que se proponen y las que no es la constancia. 

James Clear en su libro Atomic Habits (una lectura obligada) acerca de la Meseta. De Potencial Latente, en la que explica como muchísima gente empieza, por ejemplo a hacer ejercicio tres veces a la semana; el cerebro humano está “programado” para buscar satisfacciones a corto plazo, y como al hacer ejercicio, las primeras dos o tres semanas no ve cambio alguno, decide dejar de hacerlo. A esto Clear le lea, a el Valle de la Decepción, porque nos sentimos decepcionados de que nuestra meta no llega.

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Pero la clave, consiste en simplemente seguir. Seguir cuando uno ya no quiere, cuando no lo ve muchos sentido, parece ser la decisión más correcta, porque así irás pasando el punto breakthrough y el crecimiento exponencial hará su chamba. Me parece algo bien interesante, como en realidad, para muchas de las cosas que queremos, la clave está en seguir, pero lo que lo hace verdaderamente complicado (y la razón por la que siguen siendo pocos que logran lo que se proponen) es porque nunca sabes cuanto va a durar ese valle y darás el salto, lo que da una sensación de incertidumbre, a la que pocos se enfrentan.

Creo que esto aplica para muchísimas cosas, p. ej. YouTube, si quieres hacerla en YouTube mi mejor consejo sería que hagas muchísimos vídeos, de cada vídeo vayas aprendiendo, y no dejes de hacerlo. Eventualmente, si es que realmente haz mejorado vídeo tras vídeo, no me cabe ni media duda de que acabarás creando una audiencia. 

Lo mismo con el ejercicio, si haces 4 veces por semana y comes bien, al cabo de dos o tres meses empezarás a ver una diferencia notable. Igual con cualquier habilidad que quieras dominar; cada que alguien me ve moviendo una baraja en mim mano me suelen decir “que talentoso eres” o “me gustaría ser así de bueno mezclando”, pero es que en realidad, lo único que he hecho para ser “así de talentoso” es practicar, y practicar y practicar.Y eventualmente después de muchas horas de práctica, comencé a hacerlo bien.

En este momento estoy aprendiendo un truco con monedas y me está costando mucho trabajo, pero tendré que tener en cuenta lo que les acabo de contar, y seré consciente de que conforme lo practique, eventualmente podré dominarlo, como las cartas.

Pequeña reflexión, hecha en mi escritorio. 

Barcelona, 7:10 am. 

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