Dos meses en London.

Dos meses en Londres…

A la madre. Dos meses. Llegué aquí el 31 de agosto durante la mañana, con un mensaje de Diego Cobián que decía algo así: “wey no esperes neta nada del departamento, la zona está horrible”. Venía de dos meses extraordinarios y con una ansiedad bastante alta, con ganas de estabilidad.

Agarré el Thameslink, llegué al London Bridge y tomé por primera vez la Jubilee line hacia Flinchey Road, cargué las maletas como pude y llegué a la mitad del camino a Netherhall House, donde Diego me recibió con una sonrisa. Ese día conocí Netherhall, la que sería mi segunda casa aquí en Londres y mi centro de la Obra. También ese día conocí a Enrique Rojas, autor con quien a día de hoy aún no puedo concretar una entrevista, ojalá se arme. Más tarde llegamos a Magnet House, High Kilburn Road 250-255, mi nuevo hogar. ¿La zona? Si, bastante hot cake la neta. ¿El flat? Hecho un shithole, literal.

Llegando a La Magnética por primera vez. Foto tomada por Diego.

Estaban cambiando el piso y los trabajadores se habían alargado, uno no podía estar en la casa en ningún momento del día. La verdad si me agüite, justo cuando creía que tendría estabilidad es como si Dios mi hubiera dicho: aguántame tantito más. Solo tantito. El clima no parecía lo mejor, faltaba un mes para que empezara clase y a veces la cabeza me comía. No sabía que estaba por comenzar una tremenda aventura que hoy a primero de noviembre, sigo viviendo.

Un año en la Obra, lo festejé como se debe: una malteada de Five Guys.

Los primeros días fueron curiosos. Comer y dormir en un lugar hecho pedazos y sin piso, entrar a un equipo nuevo de fútbol (Colo Jrs), ir a ver a el equipo de mis amores al estadio que más había querido ver en mi vida (Stamford Bridge) y ver al Chelsea perder tristemente vs el Nottingham Forest. La primera semana completa la pasé solo porque Diego se iba, me la vivía en Netherhall leyendo y trabajando, cocinándome por primera vez en mi vida (pollo, pasta). Recuerdo un día especialmente donde cocine pasta, le aventé trozos de pollo, agregué queso y salsa bolognesa y quedarme maravillado y pensar: “no mames que hice esto”, fue una especie de AHA moment donde me di cuenta que podía conocer. Puede sonar ridículo pero fue un big deal para mí.

Con Santi Calani en Wickenden Manor


Llorar a veces, que la cabeza te quiera comer, ayudar a los viejitos por qué Peter Brown te lo pida (uno de los numerarios más cracks que he conocido en toda mi vida: una leyenda). Ir a misa, caminar, leer, escuchar música. Un clima que definitively wasn’t expecting from London. Pasar tiempo con los numerarios de la casa (recuerdo especialmente el cumpleaños de Santi Márquez donde Andrew Curtís le recitó un poema, quedé maravillado).

Se suponía que era una reflexión y estoy contando todo JAJA. Estoy esperando en el 02 Arena con Álvaro a que Jordan Peterson salga, continuemos.

(De izquierda): Barba, yo mero, Jaspi, Ray y Robert. El team del Oktoberfest en Munich y quienes me dieron asilo.

Empecemos la reflexión por ahí, por el Opus Dei. Venimos en una época retadora mentalmente y caray la Obra aquí es una cosa increíble, y queda corto. Empecemos por nombres: Alex Jordan, Diego Artacho, Santi Márquez, Peter Brown, Andrew Curtis, Antonio Irastorza, Pietro, Parvis Hervajzi, Santi Calani, en fin. Me he dado cuenta la familia que es esta. Como se refieren a cosas “nuestras” siempre que hablan de escuelas o cosas así. El anual course en Wickenden. Fr Stephan, me escuchó. Caty no se, me encanta. Aquí cumplí un año y quiero estar toda mi vida. Es como me dijo Tony: a great place to live and a great place to die.

Ahora pasemos a lo muy en conjunto y la razón por la que creo mi estancia en London ha sido una maravilla: la gente. Carajo que gente. He hecho unos amigos que no te cuento: Parvis, Santi Calani, Pablo Roger, Ethan Kho, Álvaro Martínez, Alex Jordan, Diego Artacho, Santi Márquez, Pietro mismo. Caray no sé. Shaz JAJA, John Boyle, el mismo Pino también, Antonio, Father Alfred, no sé. La gente es una locura. Hace como dos semanas salimos al pedo todos los Netherhall y de verdad estuvo tan bien. Me plantearía quedarme, me sabe un poco mal irme tan rápido.

El porque me enamoré de Londres. De izquierda a derecha, empezando arriba: Mamá de Diego, Diego, Alexandra su novia, Pietro mi roomie, Pino mi otro roomie, Pablo Roger, Alex Jordan, Miguel Manresa, Álvaro Martínez, yo mero, Toño, Calani. Foto tomada el 21 de Octubre en la Magnética.

Octubre fue la locura. Empezó con un viaje a Múnich al Oktoberfest: quedarme a dormir sin almohada en el sillón de Jaspi, acomodarme una buena jarapeta con cervezas de a litro, conocer a Barba y a Robert y encontrarme a Nico Ruscke ahí JAJA. Regresar y ver al Chelsea v Fulham en primera fila y maravillarme ante Cole Palmer. Ahora si ganaron: vaya. Correr 10k porque ya sé que SI puedo y a un pace bien perro, retomar el podcast y Porterologia semanalmente, imparare un po’ di italiano, leer como veinte libros al mismo tiempo, entrevistar a un abogado chingonsísimo en medio de la City en Londres y darme cuenta lo que es verdaderamente la pobreza de espíritu. Ir a ver el mejor partido de mi vida en el estadio más iconico del mundo: Inglaterra vs Italia en Wembley. Verlo lleno, vibrante, ver como es un estadio packed, es decir completamente lleno, que no quepa ni un alma más. Irme a Roma con gente que no conocía con un movimiento del que estaba medio escéptico y regresar con unos amigos extraordinarios (María Carrillo, Pablo Varela, Mónica, Sebas, Teresa, Pepe Guzmán, Iona, Mamen, etc), re-enamorarme de Jesús y querer cada día estar más cerca de Él, recordar lo que es tener el corazón lleno y al final por Providencia a Marcial y tener la conversación más honesta que he tenido en mucho tiempo. Luego de vino el mejor fin de semana que he tenido aquí: Jueves hora santa y chelas con mis amigos de Hakuna y Netherhall; Viernes podcast, ayudarle a Pietro a grabar su concierto y salir al antro con todo Netherhall, bailar a más no poder y tener un plan increíble. Sábado jugar en la lluvia y hacer un buen juego. Ir al pub, ver Arsenal v Chelsea (seguir la tradición y robarme un vaso de cerveza) y la fiesta sorpresa de Diego Cobián en mi casa. Vinieron todos mis buenos amigos y me di cuenta lo afortunado, lo afortunado que soy rodeado de toda esta gente. Me planteé incluso quedarme el año (imposible).

La crew de las HAM en Roma. Fui al viaje sin conocer un alma, me voy con grandísimos amigos y un corazón enamorado.

Al otro día, nos piramos a Madrid. Caray, que cosa. Escribo esto y no puedo creer el mes que tuve. Con razón ya no tengo dinero JAJA. A la 1 ya estaba comiendo una tremenda tortilla de papa y después vi a mi mejor amigo que se fue a estudiar la carrera hace a Madrid. Misa y plática como Dios manda. Dormir en el sillón de un amigo en Madrid y darme cuenta que hay gente dispuesta a darme asilo en muchos lugares: agradecido con El de arriba, lit. Al otro día, caminar, ir a echarme una cerveza con una niña que no conocía y después Jordan Peterson en el WiZink. No les haré la reflexión en este post pero qué locura. Cena y risas en un bar típico con Emilio Lara (mi amigo) y después Toni2. Al otro día desayuno con una amiga, la mejor librería del mundo (Troa, en Serrano) y comer con buena compañía. De ahí al aeropuerto y el regreso fue un poco un infierno. Llegue 2 am (3am de España) pero carajo cómo valió la pena.

Con mi queridísimo Alfred Sonnenfeld en su casa en Madrid. Aún no entiendo como soy tan afortunado de que se me rodee de tan increíbles personas.

Y aún nos queda una semana! Trabajo y escuela porque llega Álvaro mi hermano el Jueves. Lo recojo, a cenar fuera y al otro día en la madrugada a Barcelona, pero eso ya se los conté en este post.

Hoy termino esto el 11 de Noviembre, ya pasadas casi dos semanas desde que lo empecé a escribir. Solo puedo dar gracias a Él, a mi familia, amigos y a mi mismo. Aún queda por recorrer. Todavía quedan historias por vivir y cosas por aprender.


Con alegría, buscándolo a Él y con mucha paciencia jjajjaja.

 PD: Veo que me faltó muchísimo por contar, pero bueno, ya te contaré.

Con Jacobo en Wembley, Inglaterra vs Italia, una locura.

La foto es pésima, pero Larita para mi es una de las definiciones más puntuales de la amistad.

En un bar después de ver a Jordan Pterson.

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